viernes, 25 de enero de 2013

5. Visitas 3 - Navidad 0



El carnaval ya está aquí.... por fin! Con él también vuelve la gente que ha estado de veraneo en las playas del este y la ciudad empieza a recuperar el ajetreo habitual. Se escuchan los tambores, las murgas están en la calle y empiezan los desfiles. La gente se desea feliz carnaval y se prepara para cuarenta días de alegría. He estado sin escribir más de un mes a causa de lo mucho que tenía que resolver a nivel interno. En estos días Montevideo se ha convertido en un escenario un tanto irreal por momentos a la vez que en otras ocasiones se ha hecho más palpable que nunca. Las personas que me han rodeado y aún más importante, las que no me han rodeado, han definido la luz del paisaje.


La primera visita vino desde Buenos Aires. Rubén-guitarrista-de-jazz-Linus y Emilia pasaron unos días con nosotros en Montevideo. El lleva ya una buena temporada por el cono sur y nos contamos nuestras peripecias migratorias. Nos fuimos de cerveceo, de candombe y de chivitos y conocí a su chica que es más que un encanto. Hablamos de los viejos tiempos de la asociación, de la situación de España, de los países que habitamos ahora y de mil chorradas más. Nos dimos los abrazos que nos debíamos y les dejé la promesa de ir a visitarlos. Espero cumplirla pronto.

Poco después recibí la primera visita transoceánica. Con Aitor el proceso es parecido al que sufrí con Ruben. Él fue buen compañero de cañas en la Barceloneta, buen vecino, buen colega y finalmente creo que puedo decir buen amigo. Ha sido lento pero el amor y la amistad son como los pedos, si se fuerzan sale una m***da. Ha sido hermoso ir mostrando mis recientes descubrimientos a alguien que te entiende bien. Hemos hecho gran parte de lo que os he contado en anteriores entregas pero todo vivido desde la perspectiva del otro. Pasó unos días en Montevideo y luego se marchó al este para volver a despedirse antes de navidad. El mejor regalo de las navidades.

A mediados de diciembre se adelantaron los reyes Magos y pude recuperar del puerto mis cacharros musicales, el ordenador y unas cuantas cosas más que llegaron en perfecto estado. Mi habitación vuelve a parecer un local de ensayo y me gusta. Fue significativo que Gini me ayudara a meter los cacharros al barco y que Aitor me ayudara a sacarlos. Ni a casico hecho! 

Pasar una navidad en verano es una experiencia extraña. Las tiendas se decoran con motivos navideños y suenan villancicos. La gente hace las compras propias del momento y preparan las comilonas pertinentes. Las familias se reúnen y comen turrón de cacahuete (¿¡!?). Todo es normal excepto por los 34 grados a la sombra y lo lejos que estás del cariño de los tuyos. ¡Cuántas veces me he imaginado las escenas navideñas con amigos y familia! ¡Qué emocionantes y necesarias las videoconferencias con la familia! ¡Y cuánto más dados los acontecimientos que empañaron tan entrañables fiestas! (coda dramática)

Durante la estancia de Aitor llegó a Montevideo una visita más. Con la llegada del tándem griego el equipo que durante casi un año había planeado el viaje uruguayo se reunía a este lado del mar. Eloiza, James, Déspina, Philippos y yo  teníamos muchos planes pero sospecho que ninguno llegará a realizarse. Pasaron muchas cosas a nivel interno del grupo. Sería largo de escribir y tedioso de leer, así que resumiré la experiencia. 

Después de pasar unos días por la ciudad haciendo poca cosa, alquilamos un coche que resultó un dolor de cabeza para hacer un viaje navideño que resultó peor aún. Viajamos a Colonia y Nueva Palmira. Son lugares bonitos pero nuestra convivencia no lo fue. Por el mal estado del coche y la falta de coordinación, llegamos a Palmira a las cuatro de la madrugada de la noche buena. La tensión era mucha y no mejoró los días posteriores. Grabamos un cortometraje con una niña del pueblo y de nuevo demostramos lo mal que trabajamos en equipo. En estos días se sucedieron conversaciones interminables que querían depurar responsabilidades y sólo consiguieron empeorarlo todo. Finalmente regresamos a Montevideo y gracias a Philippos mi cumpleaños tuvo algo parecido a una celebración. Como tuvimos que hacer todo el trabajo solos la fiesta se nos alargó hasta casi el medio día. La nochevieja se hizo por equipos, esto es, cada pareja por un lado y yo por el mío. Estuve festejando durante el día y me fui a dormir una siesta tardía. Me despertaron los fuegos artificiales de las doce de la noche. Salí y me encontré con todos los descastados del barrio. No fue una gran fiesta pero si muy interesante. A los pocos días los griegos se marcharon y supe que los iba a echar de menos. Los que quedamos no cambiamos mucho de actitud hasta que la relación pasó de ser difícil a no ser. Y es que los amigos son como los árboles... se caen si los golpeas repetidamente con un hacha.

Estoy como cuando llegué a Barcelona hace diez años con la salvedad de que no puedo tirar de teléfono cuando me aburro de escucharme, aunque eso pase poco. Si bien es complicado tampoco es un drama y he salido de peores que ésta. Sigo ensayando con un guitarrista y salgo a conciertos, voy conociendo gente y poco a poco construyendo un incipiente círculo social. También estoy terminando de armar el currículum y supongo que en breve empezaré a buscar trabajo, especialmente ahora que estoy fuera de otros proyectos. No lo paso mal aunque a veces esté un poco harto de contarme los mismos chistes, que son graciosos pero ya me los sé.

Esta tarde tengo ensayo y después iré a ver el primer gran desfile de carnaval. Por la noche pasaré por el Shannon a ver un concierto y quizás pase por La Ronda o el Bluzz. Todo cerquita de casa por si no pego la hebra con nadie (que me extrañaría) y me quiero ir a dormir. De momento voy a regalarme un spa casero. La próxima entrega será carnavalera. 

Besos abrazos y carantoñas a quien gusten de ello y como dicen por aquí: 

Vamo' arriba!


Víctor




4 comentarios:

  1. espero que disfrutes de nuestro verano!!

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  2. oleee Vicstorr, q bonico q has contado "lo nuestro", jejeje, yo tb tq quiero! Por cierto, xa la próxima entrega carnavalesca, y si sales vivo de esa, estaría bien un documento gráfico q con este frío que hace aquí andamos escasos de pieles tersas y bronceadas...

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  3. T raro eh? Yo despues de 4 añitos aca no termino de acostumbrarme a ver turrones y navidad en pleno verano, me suena raro pero ta, es lo que hay valor.

    Un abrazo Victor

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